74% rechaza HidroAysén
Sondeo del Centro de
Encuestas de La Tercera revela una resistencia transversal y amplia al
proyecto aprobado esta semana por la comisión de evaluación de impacto
ambiental de la XI Región.
HidroAysén genera una mayoritaria sensación de rechazo. No hay patrones de edad, estrato socioeconómico, ubicación geográfica (Santiago o regiones) o posición política en las que el proyecto sea aprobado por los encuestados. El ítem de posición política es el que presenta las mayores diferencias: quienes se definen de izquierda, rechazan en un 87% la construcción de la hidroeléctrica, en tanto que los encuestados de derecha lo hacen en un 59%. El segundo patrón que marca diferencia es el rango etáreo. Los encuestados entre 18 y 34 años se oponen en un 81%, contra el 66% de rechazo que genera entre los mayores de 55 años. Esta transversalidad se repite en la creencia generada de que pese a las manifestaciones y el rechazo que genera, el proyecto será realizado de todas formas, idea en la que coincide el 72% de los encuestados.
El medioambiente es la principal motivación de quienes rechazan el proyecto. De los encuestados, el 83% cree que HidroAysén tendrá "mucho" o "bastante" impacto. En consecuencia con esa idea, el 68% estima que el costo ambiental será más alto que el beneficio. Una cifra lo aclara: ante la disyuntiva de enfrentar apagones y cuidar el medioambiente, el 52% considera que el país debiese priorizar el cuidado ambiental por sobre la construcción de las centrales necesarias para superar una crisis. En términos de conocimiento sobre los beneficios que el proyecto traerá a la zona, la opinión es dividida: un 49% dice conocerlos, en tanto que la otra mitad asegura no tener conocimiento de ellos.
La energía es considerada prioritaria. Un 81% cree que es "muy" o "bastante" importante para el desarrollo del país, y a pesar de que los consultados optan por el medioambiente por sobre la generación de energía, están dispuestos a saltarse la institucionalidad ambiental, con el objetivo de impedir la construcción de HidroAysén. Sólo un 29% considera que frente a la instalación de las centrales se debe dejar que los organismos técnicos den su opinión y un 6% cree que deben aprobarse. El 25% considera que deben ser rechazadas y un 34% cree que el Presidente debe intervenir y detener el proceso, tal como sucedió con la termoeléctrica Barrancones.
Aunque la oposición a HidroAysén es abierta, la energía hidroeléctrica no es la peor evaluada por los consultados. Un 76% considera que Chile debiese priorizar formas de energía no convencionales, como eólica, geotérmica o mareomotriz, de compleja implementación por su elevado costo. La hidroelectricidad es la segunda opción. En efecto, cuando se retira la opción de energías no convencionales, casi la mitad de los encuestados elegiría las represas hidroeléctricas como alternativa de generación eléctrica. Este punto es consecuente con oposición entre fuentes de energía y cuidado del medioambiente, pues a ambas se les considera las menos dañinas. Las alternativas menos atractivas son las termoeléctricas y la energía nuclear, consideradas las más contaminantes.
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